Primera aproximación a la sexualidad de Caravaggio


Marta y María Magdalena.
En verdad, Anna Bianchini (izquierda) y Filis Melandroni (derecha).

El tema da para mucho. Para tanto da que sólo daré un apunte, para que comiencen a investigar ustedes. Más adelante, si me animo o si despierto su interés, publicaré más apuntes sobre el mismo tema.

Cecco, ebrio e impúdico.

Dicen que Michelangelo Merisi de Caravaggio era homosexual. Algunos de sus lienzos se han convertido en iconos de la cultura gay y se anuncian como pruebas de su orientación sexual. Creen que fue el amante de su amigo y aprendiz, Mario Minniti, de Montoya, el castrado español que cantaba para el cardenal del Monte, incluso del mismísimo cardenal, que los últimos años de su vida, más chocho que en su sitio, mandaba traer niños desnudos y se masturbaba después de contemplarlos un buen rato, y perdonen lo dicho.

Pero también dicen que Michelangelo Merisi de Caravaggio era un mujeriego de mucho cuidado y se ha llegado a sostener que se ganaba la vida como chulo de putas en Roma (sic). Anna Bianchini, Lena Antognetti o Filis Melandroni son algunas de las prostitutas que se cruzaron en su vida. Hay quien llega a decir que tal o cual niño (especialmente, el hijo de Lena o el de Annuccia) nació de su semilla y que la riña que acabó en homicidio y exilio fue un asunto de cuernos con hembra de por medio.

También dicen que se cepillaba niños, el más famoso de los cuáles sería Cecco (Francesco), que luego sería pintor y conocido como Cecco de Caravaggio. Si no saben quién es, busque el cuadro Amor Vincit Omnia (o Amor Omnia Vincit), que se puede ver en Berlín, en los libros o en internet, y verán a Cecco ebrio y desnudo, en posición francamente impúdica.

En fin, que los que sostienen una cosa y los que sostienen otra se estiran de los cabellos y se dan de bofetadas por naderías, porque ¿qué más da que fuera esto, lo otro o lo de más allá? Esa pregunta me la formuló en su día la doctora Solanilla (autora de un interesante ensayo sobre La Muerte de la Virgen de Caravaggio) y no puedo estar más de acuerdo con ella.

Pero ¡qué polémica!

Y eso que es relativamente nueva. Cuando Longhi (re)descubrió a Caravaggio en los años 40 y 50 del siglo XX, no se preocupó ni lo más mínimo de su sexualidad. Tenía delante de sí una obra magnífica e impresionante y un pintor que había influido en generaciones de pintores y que, por muy extraño que pueda parecer, había caído en el olvido y era desconocido del gran público.

Friedlaender, que fue el primero en destacar la ideología de su obra y la relacionó con los movimientos religiosos iniciados por Borromeo, Neri o Ignacio de Loyola, pasa de puntillas sobre este asunto. Con todo, uno no ha leído nada sobre Caravaggio si no ha leído a Friedlaender.

Pero los seguidores de Freud no podían quedar satisfechos con la constatación de vérselas con uno de los grandes maestros (Longhi) ni con la tesis de vérselas con un Caravaggio intelectual y filosóficamente muy culto (Friedlaender). Así que se preguntaron por el sexo del fulano y allá se lió gorda.

Montoya, el castrado, posó en el cuadro más gay de Caravaggio.
Una pista: Lo interesante es la letra de la canción que interpreta.

Los primeros en cuestionar que Caravaggio fuera un machote fueron los historiadores anglosajones. Aparte de sufrir un empacho de Freud, tenían sus razones, algunas de sus hipótesis pueden considerarse sólidas y razón no les falta en muchas de sus observaciones.

A modo de ejemplo, una gran biografía de Caravaggio, M, el enigma de Caravaggio, de Robb, presenta un personaje que es el resultado de una homosexualidad oprimida y reprimida por la Iglesia y la superstición católicas. Recomiendo M, porque es una gran biografía que se lee estupendamente bien, pero la tesis de Robb (que no es original, pues la toma de otros historiadores) fue rápidamente contestada por los historiadores italianos. Uno de ellos, Castellotti, por citar alguno, que habla de la paradoja de Caravaggio, tan católico y tan metido en líos por machote, ya ven.

Es muy curioso señalar que los italianos (no todos) se inclinan a negar la homosexualidad de Caravaggio mientras que son los anglosajones (no todos) los que sostienen que era en verdad gay. Este debate lo carga el diablo, porque va uno y lo inicia y al momento andan todos a gritos y echándose los trastos a la cabeza. Se lo toman muy en serio.

Las mujeres, en cambio, no. Helen Langdon, por citar una, se pregunta sobre la sexualidad del pintor, pero se limita a mostrar los hechos y los documentos contemporáneos. Acepta que fuera mujeriego, acepta que también practicara la sodomía con varones o niños, le da algunas vueltas al asunto y acaba sin darle demasiada importancia. Como la señora Langdon es una de las mejores caravaggistas del mundo, hay que morderse la lengua, porque esa mujer puede decir lo que le dé la gana y cuidado con llevarle la contraria.

Una de las dificultades a las que uno se enfrenta en esta clase de debates es que lo que nosotros tomamos por homosexualidad no era tal a ojos de un romano de finales del siglo XVI y principios del XVII, y lo que nosotros consideramos escandaloso, no lo era para ese mismo romano. Y viceversa. No diré más, que es muy largo de explicar.

Yo, después de leer mucho sobre Caravaggio, formulé una hipótesis particular que sostiene que Caravaggio no era ni hetero ni homo ni bi ni no sé qué sexual, sino que se cepillaba todo lo que se le ponía por delante, persona, animal o cosa, que si le daba por ahí no tenía freno ni manías, el tipo.

Qué sorpresa cuando leyendo la última biografía de Caravaggio de moda, la de Graham-Dixon, muy interesante, éste sostiene que tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de un Caravaggio homosexual. Era omnisexual, dice, queriendo decir con ello lo que había pensado yo por mi cuenta antes de leer nada de Graham-Dixon. La palabra omnisexual es... en fin, bastante definitoria.
 

2 comentarios:

  1. Hace un par de días tuve la oportunidad de observar el Juan Bautista en el Museo Tesoro Catedrálico de Toledo y mi primera impresión fue que el había pintado ese cuadro era gay. Yo soy gay también y tenemos un sexto sentido para eso. No tengo ninguna duda de que Caravaggio era gay independientemente de que hubiera podido tener alguna experiencia con mujeres.

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  2. ¿Diría lo mismo del San Bautista de la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma? No lo creo. En cambio, su Baco de los Uffizi le parecería de los más gay. De hecho, hoy es un icono gay. Pero en su época, el Baco de los Uffizi no pasó por gay, sino por tremendamente vulgar y representante del pauperismo (una corriente católica que propugnaba la pobreza). Es difícil ver hoy con la mirada de 1600, porque no vemos lo mismo. Pero su observación es interesante y ahí la dejo, porque sin afirmar ni negar nada, el tema da y dará para mucha tinta. Gracias por intervenir... y siga disfrutando de Caravaggio.

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