El misterioso caso de las carretillas valencianas


No hay Fiesta Mayor que se precie sin polémicas o intrigas. En ésta se ha tratado el misterioso caso de las carretillas valencianas.

No sé si saben ustedes que los bailes populares de los dimonis, el drac y la àliga desfilan echando fuego y humo. El artificio que simula los fuegos del infierno es un petardo llamado carretilla. La carretilla echa chispas y luego explota. Con la ayuda de un artilugio de plástico, puede girar en la maza de un dimoni o en la cola de una de las dos bestias. Aparte de la carretilla estándar hay otras que sólo echan chispas o que silban con fuerza al echarlas. Además, el arsenal pirotécnico incluye otros artefactos explosivos: tracas, petardos, bengalas, etc.

Este año, los indígenas más avezados sostenían que unas carretillas petaban más que otras. Echaban menos chispas y su explosión era apreciablemente más ruidosa. Corría el rumor de una remesa de carretillas valencianas confundidas con las comunes y era cosa digna de ver un entendido afinando el oído ante el silbar y detonar de los petardos, buscando carretillas valencianas en medio del estruendo.

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