El oficio religioso


El día de San Bartolomé es un día muy especial para el señor rector. Las malas lenguas afirman que es el único día del año en que llena la iglesia. ¡Qué mala fe...! El oficio religioso de San Bartolomé es algo más que una misa. Acuden los bailes populares (con demonios y todo) y un baile ofrece una ofrenda al santo. Suenan chirimías en el interior de la iglesia y se cantan vivas y loas al santo patrón. Las autoridades, que presumen de laicas, en primera fila. El señor rector prepara el sermón con esmero y cuidado. La parroquia de San Bartolomé y Santa Tecla ha sido siempre muy calurosa y tanta gente... Así que se procura un sermón que no vaya más allá de una hora de discurso y se ventila el asunto con eficiencia y muchísima emoción. Salen de ahí todos felices y contentos y celebran la sortida d'ofici, que se anuncia con un mortero. Los gigantes y las bestias bailan delante del Ayuntamiento, que está justo al lado, antes de guardarse en el vestíbulo, donde esperarán que llegue la hora de la procesión, entrada la tarde.

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