Va de jamones


No sé si habrán oído que la señora del presidente de los EE.UU. e hija están pasando unos días de sol y playa en Marbella. Imagínense el percal: el Servicio Secreto, la policía, los fotógrafos... La prensa que nos ha tocado vivir y las autoridades agasajan a la señora un día sí y otro también. También Landaluz, la marca de la Asociación Empresarial de la Calidad Certificada. Con el beneplácito de la Junta de Andalucía, ha regalado un lote de productos a la primera dama que es para chuparse los dedos: aceite y aceitunas, quesos, vinos, arroces, latas de conserva... unas delicatessen que ya quisiera más de uno, un lote impresionante en tamaño, calidad y belleza. Pero... ay, constan dos jamones en dicho lote.

Dos jamones como Dios manda, dos jamones ibéricos de bellota con vitolas de la Sierra Mayor, dos jamones que mueven montañas... pero que no pueden exportarse a los EE.UU. ¿Por qué no? En primer lugar, porque no pueden exportarse los huesos del cerdo a los EE.UU. (no me pregunten por qué) y esos dos jamones son del tipo violín, con hueso, los de toda la vida. En segundo lugar, he ahí la gracia de todo este asunto, porque el fabricante de tantas delicias ¡no tiene permiso de exportación! Sus mataderos no están homologados por el Departamento de Agricultura de los EE.UU. Solo tres empresas, con los secaderos en Salamanca, Córdoba y Segovia, pueden exportar bellota a los EE.UU. Ergo, los jamones no irán a la Casa Blanca, ni queriendo.

Alguien, en alguna organización, se ha despistado. Pero yo me pregunto ¿quién se quedará con los jamones? Seguiremos investigando.

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