Acto académico


Martin Heidegger, recién rector. 
Obsérvese la insignia del Partido en su chaqueta.

El filósofo Martin Heidegger fue nombrado rector de la Universidad de Friburgo el 21 de abril de 1933 por el nuevo Canciller alemán. Inauguró su rectorado con un discurso académico (el Rektoratsrede) que ha pasado a formar parte de la historia de la infamia. He aquí algunas cosas que dijo:

[...] La voluntad de la esencia de la universidad alemana es la voluntad de la ciencia como voluntad de la misión histórica y espiritual del pueblo alemán como Pueblo [Volk] que se conoce a sí mismo en un Estado [Staat]. Juntas, la ciencia y el destino alemán tendrán el poder en la voluntad de su esencia. Conseguirán hacerlo y sólo lo harán si nosotros, profesores y estudiantes por un lado llevamos a la ciencia a su inherente necesidad y por el otro somos capaces de mantenernos en nuestros puestos mientras el destino de Alemania se enfrenta a su desafío más importante. [...]

[...] El mundo espiritual de un pueblo no es la superestructura de una cultura más, una mochila cargada de valores e información útil; la tierra y la sangre son los poderes que más profundamente preservan y más profundamente marcan la existencia del pueblo. [...]

[...] Nadie se atreverá a preguntarnos qué queremos y qué no, cuando la fuerza espiritual de Occidente falla y se desmorona, cuando su cultura de semblante moribundo cava, sepulta y sofoca todas sus fuerzas en la confusión y la locura. Aquello que sucederá o no sucedera dependerá solamente de nosotros, como pueblo histórico y espiritual, que todavía y una vez más será él mismo. Cada individuo participa en esta decisión incluso cuando, especialmente cuando, se evade de ella. ¡Pero nosotros conseguiremos que nuestro pueblo complete su misión histórica! [...]

Éste fue un acto puramente académico. Visto en perspectiva, también una grandísima vergüenza.

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