La interpretación del falso intérprete reincidente



Lo leo aquí y allá, en español y en inglés, y no acabo de creérmelo. Como saben, el señor Mandela murió hace unos días. En Sudáfrica organizaron un acto de homenaje multitudinario, un funeral, para despedirse de él. Se presentaron docenas de jefes de Estado de todo el mundo. El acto duró horas y fue retransmitido en directo, por televisión y vía satélite. 

Hablaron presidentes, primeros ministros y demás personalidades públicas nacionales e internacionales. Qué bueno que era Mandela, cuánto lo echaremos de menos y tal y cual y al lado del orador, en una discreta (quizá no tan discreta) segunda fila, un tipo del que todavía no sé el nombre. Así que alguien largaba el discurso de marras, comenzaba a gesticular, agitaba las manos y movía la cara. Era el intérprete o traductor para sordos.

Digo era porque se suponía que lo era. A poco de empezar a gesticular, se encendieron las luces de alarma. Los sordos sudafricanos contemplaban el televisor con estupor y desamparo. Pero ¿qué hace este tipo? Su indignación fue subiendo de tono cuando comprobaron que lo que decía en esos momentos el orador no se correspondía en absoluto con los gestos de las manos o las muecas del intérprete. Peor todavía: iba inventándose los gestos y las muecas y en verdad ¡no decía nada!

Eso es lo que aseguran, a decir de la prensa, varias organizaciones sudafricanas de sordos y sordomudos, y algunas otras organizaciones internacionales. Por lo que se ve, el escándalo saltó en Twitter, donde un sordomudo exclamó (por escrito, y traduzco) ¡Por favor, desháganse de ese intérprete payaso! A partir de ahí, se desató la indignación de los tuiteros sordomudos y afines. Por favor, sáquenlo de ahí, decía uno; ¿Alguien puede pedirle al intérprete que se baje del escenario?, rogaba otro. Etcétera.

Por si fuera poco ¡no era la primera interpretación del intérprete! En el congreso de la ANC de 2012 (que no es la Assemblea Nacional de Catalunya, sino el African National Congress, el partido donde militó Nelson Mandela) también requirieron los servicios de un intérprete para sordos. ¡Oh, sorpresa! Fue ¡éste! El mismo, sí, señor, que ya entonces provocó un alud de quejas y el cabreo de los sordos sudafricanos. Ha vuelto para vengarse, escribió un tuitero sordo y desesperado.

Yo no sé si dar crédito a la noticia. Me aseguran que es cierta, pero ¿saben qué? Si no lo fuera, ¡merecería serlo! Es tan inverosímil que merece pertenecer a la realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario