El neutrino, el bosón y la función de P

La física está últimamente muy revolucionada. Lo está por culpa de unas cosas que ni se ven ni se oyen, que prácticamente no existen y que tendríamos problemas para definir y muchos más para comprender. Esas cosas se llaman partículas.

La vida de las partículas es muy perra. Uno es una partícula y vive tan tranquilo. De repente, le meten a uno en un acelerador de partículas y ¡allá va! Sin pedir permiso, se encuentra dando vueltas como un loco en una especie de rosquilla de kilómetros de diámetro. Cuando uno ya va lanzado, lo estampan contra otra partícula que pasaba por ahí, también es mala suerte, y los científicos examinan los pedacitos de partícula que quedan después del morrazo, por ver si aprenden algo.

Una partícula famosa es el neutrino. Se coge un neutrino, se le da vueltas y vueltas en el acelerador y se lo envía a varios cientos de kilómetros de distancia, por ver cómo llega después del viaje. Pero resulta que no llega después, sino antes, y los físicos se preguntan si los neutrinos es cierto que corren tanto que llegan antes de haber salido.

¿Y qué hay del bosón de Higgs? ¿Existe? Bueno... Puede que sí, puede que no. Hemos dado con algún indicio, dicen ahora, después de haber espachurrado millones de partículas, pero podría ser indicio de sabe Dios qué. Ahora mismo, no podría decirle si el bosón de Higgs está ahí o no ha estado nunca.

La última en partículas es lo sucedido con la función de P (f(P)). P es la llamada partícula predominante o aglutinadora. Se asocia a una serie de características y la teoría nos dice que f(P) será la influencia de P sobre su entorno asociada a estas características. Al conjunto de P y sus características se le llama aparato de P. También, organización de P. Se escribe PXYZ, siendo X, Y o Z las características de P.

Se discute si P tiene un spin. Es decir, si gira sobre sí misma en un sentido u otro. Hasta el momento, se creía que las partículas P podían clasificarse en dos grandes grupos, las que giran hacia la izquierda y las que giran hasta la derecha. Pero ahora se cree que prácticamente todas las partículas P giran hacia la derecha, con poquísimas excepciones, mientras que un grupo de matemáticos ha propuesto que el spin de P es sinistrógiro o dextrógiro, según. ¿Según qué? Según le va, según sopla, poco más o menos.

Se creía que la función de P era una función equilibrada. Es decir, que si reunía varias características, las potenciaba de forma simétrica, más o menos igual unas que otras. Si no era así, ahora potenciaba una característica, ahora la otra, por equilibrar el balance final. Ahora se ha visto que no, estudiando el caso de P asociada a las características S y C. Es decir, P tal que f(P)=PSC.

S tiene un spin sinistrógiro, pero la fuerza del giro hacia la izquierda es muy débil. C, en cambio, tiene un spin dextrógiro con una fuerza más que notable, y su giro hacia la derecha es una constante que define a C y debilita la influencia de S.

Se acelera un campo de partículas PSC de la siguiente manera: se fuerza el spin de P para que sea dextrógiro y S, prácticamente, deje de girar y casi, de existir. ¿Cómo? Potenciando C, que se come a S. La aceleración de PSC se inicia con una maceración en el efecto Pujol, que convierte cualquier incremento de S en una manifestación de -C. Una vez S es apenas un recuerdo, se induce una aceleración en el giro dextrógiro de C.

PSC sale disparada, girando sobre sí misma, arrastrando tras de sí otras partículas P que también se ven dominadas por el giro dextrógiro de C. Se crea un complejo mapa de interacciones formado por tres tipos de partículas. Predomina P tal que f(P)=PSC, pero choca continuamente con los elementos redundantes de C (en argot, ERC) y la inducción de C que genera una característica luz verdosa, conocida como IC-V.

Este amasijo de partículas, en vez de mantener un rumbo rectilíneo y lógico, inicia un rumbo errático, velocísimo, impredecible, que ahora va para aquí y ahora va para allá de forma aleatoria. El conjunto genera mucho ruido electrostático, pero apenas libera energía. Más bien, la consume y agota.

Al final, el conglomerado de partículas se desintegra, porque no hay energía que pueda vencer la fuerza centrífuga de C, porque distintas partículas con la característica C suelen repelerse entre sí. Se genera mucho ruido de fondo de alta frecuencia y al final se comprueba que han desaparecido muchas partículas PSC.

La C de esas partículas es captada por otras partículas del entorno, potenciándolas. Tal es el caso de la partícula super-C, que combina dos C en una sola función de P, pues f(P)=CDC. Estas partículas son netamente dextrógiras. Además, se asocian naturalmente a un pequeño grupo de partículas con la característica ultradextrógira de C (UDC).

Estas nuevas partículas super-C tienen energía suficiente para atraer a todas las demás partículas de su entorno y tienden a absorver un 3% de la energía que éstas emiten. Se produce el remolino de C, también conocida como órbita de Millet, o aglutinación de Paldep-Aller. Así, las partículas se arremolinan alrededor de las partículas super-C y comienzan a girar hacia la derecha, sometidas a su influencia. Si había partículas sinistrógiras, la presencia de las partículas super-C las disuelve o las repele, expulsándolas del remolino. Algunas partículas cambian el sentido de giro de su spin, en la conocida variación oportunista de la velocidad angular.

Es curioso constatar que partículas ajenas al entorno se ven expulsadas por el remolino de partículas C y super-C. Así se reduce la inmigración de partículas, que, al carecer de C, no pueden adaptarse al giro hacia la derecha. Sólo una partícula libre de C, pero también dextrógira, P tal que f(P)=PP, o P2, es admitida en el remolino. Entonces se produce el curioso efecto de ver las partículas super-C girando alrededor de P2 y siguiendo su rumbo.

Así, pues, la partícula P tal que f(P)=PSC, tras la contención de S y la promoción de C, se lleva un batacazo de padre y señor mío, que deja el campo libre a las partículas que giran hacia la derecha, agrupadas primero alrededor de las partículas super-C o ultra dextrógiras de C y después, si se diera el caso, a las partículas de doble P, PP o P2, según el autor.

Sin embargo, ésta es una teoría discutible. Como todas.

1 comentario:

  1. Para una abuela: te felicito por el artículo que está espectacular, pero me queda esta duda: ¿el bosón de Higgs, es un neutrino?
    Ana, de Uruguay

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