A veces, los franceses me dan envidia



Es cierto, mucha envidia. Porque eso de la república lo tienen muy claro. Lo demás es manifiestamente mejorable o ya está bien, va por gustos, pero en esto nos dan vuelta y media. Ojalá tuviéramos las cosas tan claras aquí, al otro lado de los Pirineos. 

La última que me da envidia es un manifiesto que se colgará en todas las escuelas públicas francesas. Se recuerda a alumnos y profesores que Francia es una república laica, y que, en consecuencia, la educación pública también tiene que serlo, laica. Hay quien sostiene que el sentimiento nacional se tendría que incluir entre las ideas religiosas y esa idea tiene buenos argumentos detrás. En todo caso, otro día hablaremos de ello. Sólo añadiré que el papa Francisco se ha mostrado recientemente partidario del laicismo del Estado, por si sale alguno ahora esgrimiendo cruces. 

Sé que el asunto es polémico y por eso mismo, para que no hablen sin saber, les adjunto los quince puntos de ese manifiesto, traducidos amablemente por El País. Dice:

1. Francia es una República indivisible, laica, democrática y social que respeta todas las creencias.

2. La República laica organiza la separación entre religión y Estado. No hay religión de Estado.

3. El laicismo garantiza la libertad de conciencia. Cada cual es libre de creer o de no creer.

4. El laicismo permite el ejercicio de la ciudadanía, conciliando la libertad de cada uno con la igualdad y la fraternidad.

5. La República garantiza el respeto a sus principios en las escuelas.

6. El laicismo en la escuela ofrece a los alumnos las condiciones para forjar su personalidad les protege de todo proselitismo y toda presión que les impida hacer su libre elección.

7. Todos los estudiantes tienen garantizado el acceso a una cultura común y compartida.

8. La Carta del Laicismo asegura también la libertad de expresión de los alumnos.

9. Se garantiza el rechazo de las violencias y discriminaciones y la igualdad entre niñas y niños.

10. El personal escolar está obligado a transmitir a los alumnos el sentido y los valores del laicismo.

11. Los profesores tienen el deber de ser estrictamente neutrales.

12. Los alumnos no pueden invocar una convicción religiosa para discutir una cuestión del programa.

13. Nadie puede rechazar las reglas de la escuela de la República invocando su pertenencia religiosa.

14. Está prohibido portar signos o prendas con las que los alumnos manifiesten ostensiblemente su pertenencia religiosa.

15. Por sus reflexiones y actividades, los alumnos contribuyen a dar vida a la laicidad en el seno de su centro escolar.

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