La primera
Sobre el discurso que inició el debate de política general del Parlamento de Cataluña, hace dos días.
El presidente de la Generalidad de Cataluña, don Artur Mas, tardó cuarenta y cinco minutos de reloj (45 min.) en hablar del paro. ¡Cuarenta y cinco minutos!
Dado el ritmo de destrucción de empleo en Cataluña, 26 catalanes perdieron su trabajo antes de que don Artur Mas se dignara a mencionar el problema que afecta a 900.000 catalanes y sus familias. Uno de cada cuatro catalanes en edad de trabajar no tiene trabajo.
No dijo que la Generalidad de Cataluña pretende despedir a 6.000 trabajadores interinos y suprimir miles de plazas de funcionario el año que viene mediante la argucia de convocar concursos de traslados.
Tardó cuarenta y cinco minutos en hablar del paro, pero por decir lo que dijo, podría haberse ahorrado el ridículo.
La segunda
Los recortes en el sistema sanitario público de atención primaria en Cataluña superarán el 20% entre 2012 y 2013. En números redondos, el presupuesto de la sanidad pública en Cataluña ha pasado de casi 11.000 millones de euros (a los que sumar unos 2.000 millones más de déficit estructural o como se llame) a poco más de 8.000 millones desde que manda el Gobierno de los Mejores.
Están siendo investigados por la justicia (con imputaciones en algún caso) casos de corrupción relacionados con el sistema sanitario público catalán que suman más de 150 millones de euros. El sistema de salud pública catalán favorece el fraude, concluyó hace unos meses la Oficina Antifraude de Cataluña. Textualmente.
El daño sufrido por los servicios sociales y educación es semejante.
La tercera
Los responsables del Palau de la Música convocaron ayer una rueda de prensa para demostrar que se habían tomado muy en serio su papel de acusación particular en el caso Palau. Tan en serio, que piden ochenta y pocos años de cárcel para el señor Millet, el señor Montull e hija, y un suma y sigue de penas y multas para una docena de personas más.
Pero...
a) Los abogados del Palau de la Música no acusan a CDC del birlar más de cinco millones de euros procedentes de donaciones de Ferrovial et altri.
b) Trabaja en el bufé de abogados del Palau de la Música, recién contratado, el señor Triadú, antiguo consejero de los gobiernos de Jordi Pujol y miembro de la Fundación Lluís Carulla, destacado personaje de CDC (ya lo dije aquí). Gracias a ese contrato (o será casualidad) PWC ha multiplicado sus contratos con la Generalidad de Cataluña.
c) Los representantes del Palau de la Música que anunciaron esta decisión (Carulla y Cuatrecasas) tienen causas pendientes con Hacienda por fraude fiscal, que suman más de treinta millones de euros, más o menos lo que birlaron Millet, Montull y Convergència a los socios de esta institución músico-patriótica.
La cuarta
CDCCN, es decir Convergència Democràtica de Catalunya, Catalunya Nord (Francia), se ha disuelto. Sobran las razones.
Pregunten quién era el representante de CDC en Francia, por ejemplo, o cuántos millones de euros nos ha costado la sede de CDC en Perpiñán. Digo nos ha costado porque CDC se financia de fondos públicos y de comisiones ilícitas procedentes de contratos públicos, como todos sabemos y acabo de explicar. También sería interesante preguntar por qué casi todos los militantes de CDC en Francia se han pasado al Frente Nacional de Le Pen. ¿Quizá por proximidad ideológica? ¿Por qué, si no?
La quinta
La Oficina Antifraude de Cataluña, de oficio, ha decidido investigar los ingresos económicos de las fundaciones de todos los partidos políticos con sede en Cataluña (sic) durante los últimos diez años. El tufo que sube de sus cuentas es un pestazo insoportable.
La sexta
Docenas de miembros del Consejo de Administración de la antigua Caixa Catalunya serán acusados de qué sé yo, pero de nada bueno, por pagarse unos sueldazos de miedo mientras la institución era intervenida por el Estado y las pérdidas sumaban miles de millones de euros. Entre los sinvergüenzas, notables miembros de la sociedad civil catalana, de todo signo.
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