Blake Edwards (1922-2010)


No sé si es uno de los grandes maestros del cine, pero sí que es uno de los que más me ha hecho reír. Si me gusta el cine es porque, cuando niño, descubrí el caos de la mano de Peter Sellers, y me encantó. La serie de La Pantera Rosa, El Guateque, La Carrera del Siglo o Víctor o Victoria permanecerán en el recuerdo de los mejores momentos que he pasado en un cine o delante de una pantalla de televisión. Su humor era absurdo, con escenas que parecían sacadas del cine mudo (el martillazo en el dedo de Victor o Victoria) y situaciones cotidianas llevadas al extremo del absurdo (la visita al lavabo de Peter Sellers en El Guateque). Era, por qué no decirlo, un humor casi infantil (es decir, violento y cruel), y ésa es tanto su principal virtud como su principal defecto. Sin embargo, atención, porque hay más. Su filmografía también incluye Días de vino y rosas y Desayuno con diamantes, filmadas con rigor y sensibilidad, y pocos sabrán que inició su carrera como guionista radiofónico, trabajando para Orson Welles en su famosa retransmisión de La Guerra de los Mundos, o que tuvo mucho éxito filmando series de acción para la televisión.

Esta noche pienso poner en el video una de sus películas, y celebrarla con risas, como siempre. A su salud, señor Edwards. Que le vaya bien.

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