De oca a oca y tiro por que me toca


Después del éxito de la gestión del señor Millet y asociados en la gestión del Palau de la Música y el Orfeó Català, fueron precisas unas elecciones para dar con un nuevo presidente que pusiera un poco de orden en la casa, abriera las ventanas, ventilara el aire corrupto y viciado y devolviera a la institución un tanto de credibilidad y prestancia.

El pasado 24 de noviembre, Mariona Carulla fue elegida como presidenta de esta institución catalana. Obtuvo 579 votos. Su adversario, Enric Enrech, obtuvo 260. Votaron 920 socios de los 1.660 con derecho a voto.

Lo primero que hizo la señora Carulla es prometer la redacción de un código ético y crear un síndico del socio. Se rodeó de los apellidos de siempre para formar su gobierno, algo que ya estaba previsto. Lo que quizá no estaba previsto es la acusación de Hacienda contra los seis hermanos Carulla, por evasión de impuestos.

A causa de esa denuncia, el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona investiga si varios miembros de la familia Carulla han cometido un delito fiscal. El asunto se ha descubierto al investigar el caso Pretoria, aquél donde fueron acusados los señores Alavedra y Prenafeta y el alcalde de Santa Coloma de Gramanet, entre otros.

Por lo visto, el despacho de abogados que gestionaba los asuntos de esos bribones también gestionaba una complicada trama de evasión de impuestos organizada por la familia Carulla, una red de empresas instrumentales con domicilio en cuatro paraísos fiscales, por ahora. El fraude fiscal de los Carulla podría alcanzar la cifra de 160 millones de euros, según los periódicos. (Millet birló apenas treinta y tantos.) Una burrada.

Pero ¿quiénes son los Carulla? Los Carulla son uns dels nostres, una de las famílies o familias más nostradas de la Casa Nostra.

Quien dice Carulla dice Agrolimen. Agrolimen es una empresa multinacional que nació de Gallina Blanca, que fundó el entonces Luis y ahora Lluís Carulla Canals en 1937. Agrolimen factura más de 1.600 millones de euros al año y el año pasado tuvo alrededor de 60 millones de beneficios. Los Carulla mantienen una fundación (la Fundació Lluís Carulla) y un total de veintidós fábricas y más de siete mil empleados. Suyas son las marcas Gallina Blanca, Avecrem, El Pavo, Evax, Ausonia, Tampax, Dodot, Pans & Company, Fresh & Ready, Bocatta, FresCo, Consorcio del Jabugo, Affinity... El presidente es Artur Carulla, que es también consejero de Repsol y vicepresidente del Círculo de Economía de Barcelona, entre tantas otras cosas. Un pez gordo.

La señora doña Mariona Carulla participa de este entramado empresarial a través de una sociedad de reciente creación llamada Minma, con un capital social de 107,66 millones de euros. A partir de ahí, me pierdo, aunque en la prensa económica podrán encontrar los detalles del complicado sistema de participaciones destinado a evadir impuestos que habían diseñado los Carulla con ayuda de los abogados de Alavedra, Prenafeta y compañía.

Es curioso que la Fundació Lluís Carulla, de inspiración conservadora y catalanista, copio y traduzco, trabaja para promover la lengua, la cultura y los VALORES que configuran la sociedad catalana, con la voluntad de fortalecer el sentido de pertenencia. Para más INRI, esta fundación sostiene el Observatorio de los valores, que pretende, copio y traduzco, el seguimiento y la reflexión en torno a los VALORES CÍVICOS, identitarios y sociales de los catalanes. ¿No quieres caldo? ¡Dos tazas! ¡Toma valores! Fundaciones por aquí y paraísos fiscales por allá. Ni el dios Jano lo haría mejor.

Aunque ¿de qué nos escandalizamos? Tenemos lo que nos merecemos, aunque nos parezca que no. La señora Carulla, ahora sospechosa de evadir impuestos, fue vicepresidenta del Palau y el Orfeó durante los últimos once años del reinado del señor Millet... ¡y no se enteró de nada! ¡No sabía nada, no había visto nada! Ciega y sorda no es, así que... Con todo ¿la escogen a ella? Pues, allá ellos, allá se las apañen.

3 comentarios:

  1. Querido Luis,

    ¡Hoy estás más que sembrado!

    Me alegra que con mis impuestos pueda mantener a toda esta "mafia nostra", sus chalets, sus coches, sus viajes, sus joyas y cualquier objeto que justifique su sentimiento de superioridad (pues intelectualmente no pueden demostrar gran cosa).

    Como bien dices, tenemos lo que nos merecemos: una pandilla de bribones envueltos en la bandera catalana y sostenidos por centenares de miles de bobos que aplauden sus ocurrencias con las orejas.

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  2. Lo de aplaudir con las orejas tiene su mérito, reconócelo. ;)

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  3. Molt bo.... el clico al facebook pq amics meus ho llegeixin.... bones festes

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