No se lo van a creer, o puede que sí. Fueron las propias baloncestistas de la Comisión de la Mujer de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) las que propusieron que la Euroliga de Baloncesto Femenino fuera más... atractiva. Ésa es la palabra que utilizaron, atractiva, y no es broma.
Dicen los que saben de esto que son los varones los hombres que consumen más deporte televisado, aunque compitan mujeres. O precisamente por ello, porque compiten mozas, como ocurre con el inusitado éxito del voley-playa en televisión. El deporte como tal es bastante idiota, pero lo juegan cuatro mozas que dan saltitos en bikini y rebozan de arena sus cuerpos serranos de vikingas indómitas o mulatas de buen ver, y eso marca a la audiencia, que contempla embelesada el espectáculo.
La cuestión es que no ocurre lo mismo con las baloncestistas. A decir de la Comisión de la Mujer de la FIBA, las señoritas juegan con ropas demasiado holgadas, que ocultan la belleza de sus estilizados y musculosos cuerpos de atleta. La belleza que se supone a tan lindas mozas queda disimulada por ese aspecto desaliñado y baloncesto por baloncesto, los varones prefieren ver los prodigios que se dan en la NBA. Qué rabia... Por eso, tal comisión quiere dar razones de peso al público varón para que lo piense dos veces antes de cambiar de canal si descubre durante el zapeo un partido de la Euroliga de baloncesto femenino.
La cosa ha quedado así. Sin llegar a los extremos del voley (que también) o del voley-playa, las jugadoras de los partidos de la Euroliga tendrán que llevar pantaloncitos más cortos y más ceñidos, y camisetas más entalladas. En cifras, los pantalones no podrán acercarse a más de diez centímetros de las rodillas y las camisetas no podrán separarse de la piel de las baloncestistas más de dos centímetros. Según una de las mujeres de tal comisión, cito: Creemos que nos merecemos un trato diferenciado respecto a los chicos y no ir como payasos. Un portavoz de la FIBA añade: Lo único que queríamos era darle un toque femenino [a la Euroliga]. [...] Igual que cuando vas a comprarte ropa a una tienda: vas a la sección de mujeres, no a la de hombres.
Algunas baloncestistas se han tomado a mal estas medidas, valga el doble sentido de la expresión. En la FIBA dicen que diez centímetros en el pantalón de una señorita que pasa del metro ochenta es nada o menos que nada, que no son medidas drásticas (sic), pero las baloncestistas irritadas no piensan lo mismo.
En España, la Asociación de Jugadoras ha puesto el grito en el cielo. Afirma que está muy bien eso del concepto del espectáculo del deporte (sic), pero añade con premura que no se puede plantear a costa del sesgo sexista (sic). En resumen, rechazan la medida, con esta observación final: Se las quiere mediatizar [sic] por lo atractivas a la vista que pueden ser para espectadores más preocupados por percibir la exhibición de un cuerpo que por seguir la jugada en el terreno de juego. Es decir, que se las quiere utilizar para excitar a varones salidos, que una ya sabe que los varones son lo que son, que funcionan con esperma en vez de flema y un cerebro primitivo que se congestiona ante la visión de un poquito de carne. Pero mediatizar... Mediatizar es otra cosa, consúltese el diccionario de la RAE.
Sin embargo, nadie se preocupa del público femenino... o nadie se preocupaba, hasta ahora. Se unen a las voces críticas unas cuantas baloncestistas féminas que reclaman el mismo trato para los baloncestistas varones. A nosotras también nos gustaría ver a Navarro o a Gasol apretaditos, aseguran, con la mirada llena de chiribitas. Que les gustaría verlos marcando paquete, díganse las cosas por su nombre.
En pocas palabras, se ha armado tal revuelo en el baloncesto femenino y tanta expectación entre el público masculino que la Federación Española ha pedido a sus jugadoras que no comenten la nueva norma en voz alta. Más que nada, porque las baloncestistas españolas tiran con bala contra la FIBA. Esta medida no tiene que ver nada con el deporte, sostienen, y los jefazos de la Federación Española las ven venir y no están para ponerse a malas con la FIBA. Así que calladitos todos y aquí no ha pasado nada.
Pero, como dice una baloncestista española, es una idea que ha sido gestada y secundada por mujeres. Luego añade: Estoy segura de que si hubiera habido solo hombres en la decisión, no se habrían atrevido a tomarla. Lo que pasa es que, muchas veces, las más machistas son las mujeres.
Si digo que así es, me caeran palos. Si digo que no es así, también. Si no digo nada, por no decirlo. Así que, palo por palo, les diré que a mí me gustaban mucho los fórmula uno que enseñaban todo el motor y que cada uno piense lo que quiera.
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