Finalmente, el Gobierno de la Generalidad de Cataluña ha puesto negro sobre blanco su presupuesto, el de las retallades (los recortes). Es en situaciones críticas donde uno ve cuál es la preferencia de un gobierno, qué antepone a todo lo demás, qué considera superfluo, qué considera prescindible y qué, imprescindible.
Por alguna oscura razón que nunca he entendido muy bien, la sanidad pública en Cataluña se presupuesta siempre por debajo de su coste real. Así, desde tiempos del president Pujol, ha sido la costumbre tener un sistema sanitario público deficitario. En vez de ajustar los presupuestos a lo que sucede en la realidad, los sucesivos gobiernos han tirado de este déficit contable para obtener tal o cual fondo de compensación del Estado.
En números redondos, el coste real (quizá debiera de haber dicho inversión) del sistema sanitario público por catalán y año superaba en algo los 1.300 euros. En España, la media está por encima de los 1.600 euros. Sabiendo que el resto de Comunidades Autónomas dedican más recursos per càpita que nosotros a la sanidad pública, tiene mérito que los mejores hospitales españoles sean todavía catalanes.
No será por mucho tiempo. Boi Ruiz mediante, con la inestimable ayuda de un gobierno neoliberal, en el peor sentido de la palabra liberal, pompeufabrista y conservador a ultranza, ha rebajado el presupuesto de la sanidad pública un 6,5%. Eso dice, y tal es así en la partida de los presupuestos que se han presentado en el Parlamento Catalán. Pero ¡atención! Que hay trampa. En términos de gastos reales en sanidad pública, el recorte supera ampliamente el 10% y el gasto por habitante y año se reducirá a algo más de 1.200 euros por año.
Se cierran quirófanos y salas hospitalarias ya hace meses, los pacientes tienen que traer las toallas de casa, se despide a los interinos, no se cubren las bajas... ¿Un 6,5%? Anda allá. Vuelven a darnos gato por liebre, y esta vez pinta mal.
En cambio, el presupuesto de este Gobierno sólo reduce un 4% el presupuesto de la CCRTV (la Corporación Catalana de Radio y Televisión, para entendernos). Como en el caso de la sanidad, este presupuesto es siempre inferior al gasto (aquí sí que no diré inversión). En términos reales, TV3 sufrirá una reducción... de... eh... de... Pues ¡no sufrirá reducción!
He aquí qué prefieren nuestros líderes para el pueblo, más Barça y menos hospitales, y sobran los comentarios. Que les den.
Mi querido Luis,
ResponderEliminarPor otro lado, el gobierno también ha eliminado de un plumazo la ayuda que daba anualmente a las familias con hijos: unos 650 € por hijo al año para las familias normales y unos 750 € para las numerosas. No era demasiado, unos 60 € al mes por niño, sin embargo, algo ayudaba. Ahora dicen que se lo darán a familias desfavorecidas, según ellos, aquéllas que ingresan menos de 8.000 € anuales. ¿Existen esas familias?
No tienen dinero para fomentar la natalidad, pero sí para irse a Wembley y celebrar un fiestón cuyas fotos corren por Facebook (yo he visto alguna).
No tienen vergüenza. ¡Ninguna!