De la mierda a la porquería

Según el Síndic de Greuges, que es el equivalente del Defensor del Pueblo ante la Generalidad de Cataluña, el ayuntamiento menos transparente, o mejor dicho, más turbio, de Cataluña es el Ayuntamiento de Reus.

No es en vano, porque se ha desmarcado de muchos con un modelo de gestión municipal singular, con resultados... Juzguen ustedes mismos con qué resultados: una deuda municipal que supera ampliamente el límite que señala la Ley de Presupuestos, que se estima en 369 millones y pico de euros.

Tampoco es baladí la deuda del entramado de empresas municipales Innova, que como sociedades anónimas curiosamente participadas, se encargan de la mayor parte de los servicios esenciales del municipio, como, por ejemplo, el medio ambiente (la recogida de basuras y la gestión de vertederos, negocio de rango abolengo entre mafiosos), el sector inmobiliario (del que poco hay que decir que no se sepa ya) o el sanitario (que juega a hacer dinero a costa de un servicio esencial). La deuda de Innova supera los 200 millones de euros.

Hablamos de dinero público, no se olviden.

Ya dijimos que el presidente del Institut Català de la Salut (ICS), el señor Prat, tuvo que dimitir por ejercer cargos en Innova (participada por el Ayuntamiento de Reus) y en la poderosa empresa USP Hospitales, dedicada a la sanidad privada. No dimitió de donde tendría que haber dimitido, de sus cargos públicos, sino que dejó de ejercer sus otros cargos para seguir prevaricando, dicen las malas lenguas. Que el señor Prat todavía tenga un cargo público a estas alturas no hace más que mostrarnos la amplitud de la tragedia de la corrupción, la podredumbre y la desvergüenza del poder en Cataluña, que hace de la ruina de muchos la fortuna de pocos.

El asunto es doloroso y lamentable, pero lo es más cuando se señala que Tarragona se ha llevado la peor parte de los recortes. Y hoy sabemos más cosas, picando de aquí y allá en los periódicos. Agárrense:

Los hospitales relacionados con el señor Prat no fueron tan recortados como los hospitales públicos. Más bien, sucedió lo contrario. Mientras los hospitales del ICS, a las órdenes del señor Prat, redujeron su actividad en los quirófanos en un 15%, de los dos hospitales de Innova, uno la redujo sólo un 3% y el otro la aumentó un 8%. Se ha llegado a tal nivel de saturación que se ha tenido que dar la orden de volver a abrir los quirófanos cerrados del Hospital Joan XXIII, del ICS, después de un año de desviar urgencias a Barcelona y alrededores.

El señor Prat se llevaba, chanchullos, beneficios y comisiones aparte, un sueldo de 280.000 euros al año por ser quien era en Innova, que pagaba el Ayuntamiento de Reus. De su cargo en USP Hospitales se desconoce la cantidad percibida y a santo de qué. De su cargo en el ICS, sólo cobraba las dietas (sólo...) y ahora pasará a cobrar un sueldo, que no sabemos cuál será. No quiere decirse.

Un concejal del Ayuntamiento de Reus (el señor Jofré) ha tenido que dimitir porque era vicepresidente de una compañía farmacéutica (Serra Pàmies, SA) que estaba haciendo su agosto vendiendo material al hospital municipal de la ciudad, cosa que hacía desde 2001 con todo el morro del mundo, por la cara y porque sí.

Los señores Prat y Jofré conocían perfectamente las actividades del uno y del otro y salta a la vista (otra cosa es que pueda probarse documentalmente) que ambos se beneficiaron de esa información en sus cosas.

USP Hospitales, la empresa que vicepresidía el señor Prat, contrataba gran parte de sus pruebas diagnósticas a Labco, SA, una empresa del Grupo Sumarroca.

Es intención conocida de don Baudilio, conseller de Salud y hace poco jefe de la gran patronal del sector sanitario privado, y del señor Prat, que es el encargado de los detalles de la privatización del ICS, externalizar (i.e., privatizar) las pruebas diagnósticas de la sanidad pública catalana. El pastel suma 1.200 millones de euros al año. Donde se hace tal cosa, el precio por diagnóstico sube. ¿Qué ahorro hay?

Recordemos que el señor Prat está denunciado por un grupo de la oposición del Ayuntamiento de Reus por prevaricación continuada. Esto sería un ejemplo.

Porque hablábamos de Labco, la empresa que el señor Prat había contratado como vicepresidente de USP Hospitales. Labco ha comprado, este último año, varios laboratorios de pequeño tamaño en Cataluña, previendo un incremento de su actividad y un mayor negocio en el país. En poco tiempo, se ha convertido en la primera empresa de laboratorios médicos de Cataluña. ¿Qué tiene previsto?

Labco es hoy una multinacional francesa, resultado de la fusión de una empresa de ahí con unos laboratorios propiedad de la familia Sumarroca, General Lab. Albert Sumarroca Claverol es el vicepresidente de Labco. Es biólogo (y por lo que hace y cómo se gana la vida, podría ser taxidermista o papirofléxico), está en el Consejo de Administración de la mútua Uno Mc Mutual, y es hijo de Carles Sumarroca Coixet.

Carles Sumarroca Coixet (78 años) es el dueño de unas bodegas de vino (Bodegas Sumarroca) y de EMTE, una empresa dedicada a actividades muy diversas en el ámbito de la ingeniería, el mantenimiento, la construcción de infraestructuras, etc., que ha conseguido muchas contratas públicas en Cataluña y parte del extranjero. EMTE se alió con COMSA, una empresa especializada en la construcción y el sector inmobiliario. COMSA-EMTE tiene una cifra de negocios que supera de largo los 2.000 millones de euros al año. En su mayor parte, a cargo de las administraciones públicas.

El vicepresidente de COMSA-EMTE es un hijo del señor Sumarroca, Carles, que es uno de los principales artífices de la compra de Spanair, una empresa de aviación que es una máquina de perder dinero, que ha costado tantos millones en subvenciones a Cataluña para... No se sabe para qué. Bueno, sí: unos la compran, haciéndose pasar por sociedad civil, con préstamos públicos, y acaban dejando el marrón en manos de otros, la Generalidad y el Ayuntamiento de Barcelona, mientras no renuncian, qué iban a renunciar, a jugosos estipendios procedentes de sus responsabilidades directivas.

Papá Sumarroca tiene más méritos en su haber, que no son pocos. Es un íntimo amigo de Jordi Pujol Soley, el responsable último de la fenomenal ruina de Banca Catalana y luego presidente de la Generalidad de Cataluña, el que durante veintitrés años torció la línea de progreso de nuestro país, convirtiendo cosmopolitismo conseguido con mucho esfuerzo en provincianismo ganado con estulticia colectiva.

Es una amistad interesada, la de Pujol y Sumarroca, porque papá Sumarroca es uno de los fundadores de Convergència Democràtica de Cataluña y fue presidente de la editorial del diario Avui. La mujer de papá Sumarroca fundó con la señora Ferrusola de Pujol una famosísima empresa llamada Hidroplant. Las empresas del Grupo Sumarroca han dado mucho dinero a la Fundación Palau de la Música, de Millet, también íntimo de Pujol... Etc.

Volvamos a Albert Sumarroca, que fue compañero de parranda y viajes de los jóvenes Artur Mas, hoy presidente manostijeras, y Josep Pujol Ferrusola, hijo del jefe, que también es vicepresidente de... No nos desviemos del tema.

El único trabajo que ha desempeñado Artur Mas alejado de la política, así que abandonó la universidad, fue en una empresa llamada Tipel (ya desaparecida), del sector de la peletería, propiedad de un primo del señor Prenafeta (sí, sí, Prenafeta, el íntimo colaborador de Jordi Pujol y corrupto célebre y notorio) y de papá Sumarroca. Pasó muy poco tiempo entre balances de contabilidad; sus contactos le consiguieron un puesto de responsabilidad en la entonces recién Generalidad de Cataluña.

El resto, lo (des)conocen ustedes.

O tempora, o mores...

1 comentario:

  1. Comsa Emte, propiedad de las Familias Miarnau y Sumarroca. Son unos facinerosos, despiden a sus empleados mientras ellos se pasean sonrientes. La empresa está casi en concurso de acreedores, tienen deudas con los bancos por más de 1000 millones y facturan apenas 1.400 millones. Pero ellos seguro que tienen su dinero a buen recaudo. En breve dejaran de pagar a proveedores igual que hicieron el año pasado.

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