¿Sanidad? En elecciones, no, gracias

Verlo para creerlo. Creía que me estaban tomando el pelo. Va don Baudilio, a. Bío Ruiz, el Retallador, Manostijeras, Privatizator..., el conseller de Salud, para entendernos... Pues va don Baudilio, decía, y ruega a los señores políticos que, por favor, no hablen de la sanidad pública en campaña electoral, porque pueden alterar los ánimos de los señores ciudadanos y crear falsas expectativas.

Perdón, ¿me lo repite?

Porque acto seguido, don Baudilio asegura, jura y perjura que en 2012 no habría recortes en el sistema sanitario público catalán. Lo mismo dijo en 2010, al acceder al cargo, y ya ven ustedes. Si esa mentira no es una mentira electoral, que venga Dios y me corrija.

A don Baudilio le conviene, en efecto, que no hablemos mucho de sanidad en Cataluña. Cierran los hospitales en días laborables, cierran los servicios de urgencia de los centros de asistencia primaria, quiróifanos, plantas enteras de los grandes hospitales... Miles de médicos, enfermeras y demás personal sanitario se quedan sin trabajo, cuando se decía, no hace un año, que faltaba gente para cubrir las necesidades sanitarias del país. Etcétera.

Hoy mismo, se ha hecho público que todos jefes de servicio de los ocho grandes hospitales públicos del Instituto Catalán de la Salud, repito, todos, han pedido a don Baudilio en particular y al Gobierno de la Generalidad por añadidura, cito, un ejercicio de responsabilidad. Acusan a don Baudilio de recortar (de ajustar gastos, perdón) sin criterios médicos y de provocar un grave deterioro de la atención médica, entre otras lindezas, que costará años recuperar. El mensaje es aterrador, especialmente si uno tiene previsto ponerse enfermo los próximos meses o años.

Además (¡cómo calla don Baudilio!) se quiere privatizar lo más posible la sanidad pública. Se ha descubierto un informe del Departamento de Salud donde los Baudilio’s Boys afirman que trabaja demasiada gente en la sanidad pública y que por eso es imposible de gestionar... ¿Imposible? Será que no saben gestionarla, no confundamos. Sea como sea, proponen dividirla en veinte partes y venderlas al mejor postor. Ahora, dicen, pierde dinero y si se vende, igual tendrá beneficios.

Luego, se tratará de convencer a líderes de opinión para que convenzan a la población de la bondad del proyecto... Pero, por favor... ¿A qué periodistas ha pensado en comprar don Baudilio? ¿Con qué pagará su servilismo? ¿Subvenciones? ¿Cargos? ¿Qué piensa la prensa catalana de todo ello? ¿No se irrita? Qué va. Así nos va.

A lo que íbamos, que me he ido de madre. Si nada de esto puede discutirse en campaña electoral, ¿qué puede discutirse? La política ¿no consiste precisamente en hablar de estas cosas que nos afectan a todos? ¿No puedo poner en duda la política de un gobierno o la actuación de los cargos de un partido político en campaña electoral? Puede que esté equivocado y no se pueda discutir sobre lo que se hace y lo que se tendría que hacer, es posible que tengamos que discutir sobre la versión nacional del sexo de los ángeles. Si es así, paren esto, que me bajo.

2 comentarios:

  1. Un oscuro organismo encuestador, propio de la Generalitat - uno más de los que tanto dinero nos cuestan cocinando para el palacio -, ha determinado que el 45 % de los catalanes quiere la independencia. No sé si se refiere a la independencia de nuestros políticos regionales. Aunque me temo que no es así, más bien creen en que el Maná de la separación de España nos librará de tanta estulticia y desfachatez. Y yo me descojono...

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  2. Carlos, Carlos... Un poco de moderación. La misma encuesta afirma que menos de un 4% de los catalanes considera un problema las relaciones Cataluña-España. Eso sí, el 74% cree que estamos peor que hace un año, dos tercios creen que la situación política en Cataluña es mala o muy mala y se sienten poco satisfechos con nuestra democracia, etc. Sólo se anuncia lo que se quiere.

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