A través del blog El fondo del asunto, que leo con asiduidad, he descubierto este sitio web, What’s the Harm?. Es un lugar estremecedor, pues se dedica a coleccionar víctimas de las medicinas alternativas y otras creencias extrañas. Sé que en seguida me dirán que la medicina de verdad, la que se basa en la ciencia, también mata, que los errores médicos cuestan vidas, que no siempre cura y que es injusto listar sólo las víctimas de una de las partes.
Pero, señores, la medicina es una, la que demuestra fehacientemente que funciona, y lo demás, una tomadura de pelo, por decirlo suavemente. Coincidirán conmigo que privar de atención médica a la población provoca dolor y muerte; es mejor disponer de atención médica que no privarse de ella, incluso sabiendo que los médicos se equivocan. Más mata no tener un médico a mano que tenerlo. En consecuencia, mejor ponerse en manos de médicos que de curanderos, estafadores y soplagaitas.
Dicho esto, propongo ponerse en contacto con What’s the Harm? para inicar un listado de otro artículo de fe de dudosa eficacia médica, llamado recorterapia. Según los postulantes de la recorterapia, una disminución drástica de las pruebas diagnósticas, el retraso en la atención de patologías graves, la privación de servicios de urgencias y una extraña pócima llamada ajuste, mejora la salud de la población.
En su forma más radical, la recorterapia propone que la atención médica no sea universal y que varíe según el nivel de renta. Así, las personas con más disponibilidad económica dispondrán de lujosos hospitales y toda clase de comodidades, cuyo coste será descontado de los impuestos que rarar vez pagan, mientras el resto de la población sufrirá las penalidades de la recorterapia extrema, con la aplicación de enemas de copago y transfusiones de listas de espera.
Uno de los apóstoles de la recorterapia es un personaje calvo, don Baudilio, a. Bío Ruiz, Retallator, etc., que sostiene que gracias a la aplicación masiva de la recorterapia en Cataluña estamos mejor que hace un año.
Hay que tener c... para decir algo así.
Por favor, que alguien haga algo.
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